
Muchos conductores caen la cuenta de que su batería “ha muerto” cuando quieren encender su auto y este no responde. Sin embargo, para llegar a este punto, lo más probable es que la batería ya lleve varios meses “avisando” o dando señales de que ya ha llegado al final de su vida útil.
Una de las primeras señales que anuncia problemas con tu batería es la fatiga en el encendido del motor. Una batería bien cuidada puede llegar a durar hasta cuatro años, pero es recomendable cambiarla apenas presenta las primeras señales de desgaste.
Para prolongar la vida de una batería, es importante procurar que no tenga ciclos extremos de carga y descarga. Un mecánico experto en sistemas eléctricos puede realizar fácilmente un diagnóstico para verificar si tu auto está cargando adecuadamente la batería y descartar cualquier corto que pudiera acelerar su descarga.
Asimismo, cada vez son más comunes las baterías “selladas” o se “cero mantenimiento” que no requieren relleno de agua. Si se opta por una batería que sí requiere mantenimiento, hay que revisar las celdas con regularidad y rellenar cuando sea necesario.
La batería se puede descargar si el auto se queda con el motor apagado pero los accesorios eléctricos siguen prendidos. Puede tratarse de los faros, las luces del interior, la radio o cualquier otro gadget. En ese caso, suele ser necesario recurrir a otra fuente de energía para encender el auto, pero una vez que el motor ha prendido, la batería debe empezar a recargarse. Si luego de estar encendido un tiempo prudencial, la batería sigue sin recuperar su carga, considere el cambio. Pero si el problema se mantiene incluso con una batería nueva, entonces probablemente tenga que hacer revisar el sistema eléctrico de su vehículo.
Finalmente, recuerde que la batería de un auto está compuesta con materiales altamente contaminantes. No la tire a la basura, es preferible que cuando la cambie la deje en manos de personal capacitado para reciclar sus componentes