La aerodinámica y el coeficiente de arrastre son dos términos que pocos usuarios consideran pero que son muy importantes para la conducción, sobre todo a altas velocidades.
El coeficiente de arrastre, que se puede interpretar como la resistencia al desplazamiento que tiene un vehículo, es generado por la combinación de una serie de factores como el diseño del auto, la forma del parabrisas, la posición de los espejos retrovisores, y hasta las ventanas abiertas.
La aerodinámica, por otro lado, se podría interpretar como el conjunto de características físicas que tiene un vehículo para ir contra la resistencia del coeficiente de arrastre.
La importancia de la aerodinámica y el coeficiente de arrastre se observa cuando se conduce a más de 80 km/h. A partir de esta velocidad la resistencia aerodinámica es más perceptible, pues se avanza rompiendo el viento, que es el que genera la resistencia.
Un vehículo con grandes características aerodinámicas tiene más estabilidad, mejor aceleración, su consumo de combustible es más eficiente y llega más cómodamente a altas velocidades. En los autos estándar, la aerodinámica y el coeficiente de arrastre pueden no llegar a tener mucha importancia, sin embargo, en los autos deportivos es bastante fundamental.
Podría creerse que en los vehículos pesados, por ser de gran tamaño, la aerodinámica y el coeficiente de arrastre no tienen mayor relevancia, pero no es así. Algunos camiones tienen incorporados en la parte delantera una especie de visera o ala para que el aire forme una curva y no haga resistencia.
En el pasado, el Volkswagen Escarabajo era uno de los autos con un coeficiente de arrastre menor al del resto de vehículos, haciéndolo que su consumo de combustible sea más económico. La aerodinámica automotriz, con el paso del tiempo y la evolución de la tecnología, ha ido desarrollándose cada vez más, y hoy hay autos con coeficientes de arrastre realmente bajo.
