¿Cómo funciona el radiador de un vehículo?

Un motor genera altos índices de calor que necesita ser enfriado y disipado, ahí es donde entra el radiador, una pieza fundamental en el sistema de refrigeración de un vehículo. Si un motor no disipa su calor adecuadamente, se sobrecalienta y las consecuencias en ciertos casos pueden ser fatales para el auto.

Un radiador está compuesto por una serie de tubos de cobre, un ventilador, un panal que se encarga de refrigerar el líquido, un tanque superior y uno inferior y una tapa de alta presión. Estos elementos trabajan con el termostato que conecta el bloque del motor que administra el refrigerante y el radiador. Hasta que el motor no alcance una temperatura adecuada, impide el ingreso del líquido, permaneciendo cerrado.

El funcionamiento del radiador empieza desde que encendemos el vehículo. La bomba de agua envía el refrigerante por los tubos de cobre hasta el bloque del motor y el límite del radiador, donde está el termostato, que retiene el líquido hasta que el propulsor alcance su temperatura adecuada.

El termostato se abre para que el líquido pase alrededor de las válvulas y cilindros, donde se concentra el calor, para evitar que siga aumentando la temperatura. Luego el termostato se cierra para absorber el calor del motor y se abre otra vez para que el líquido refrigerante caliente salga y pase por los tubos hasta llegar al tanque superior para luego pasar por las aletas.

El ventilador que está detrás de estas aletas, con ayuda del aire exterior, enfría el refrigerante caliente. Una vez enfriado, baja al tanque inferior para volver a su tarea de enfriar el motor.

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